Mindshift: El Poder de Redefinir tu Historia
Ana tenía 32 años y sentía que su vida era una repetición de los mismos errores. Había crecido en un hogar donde nunca se sintió suficiente. A pesar de haber logrado muchas cosas, en su mente seguía resonando la misma voz: “No eres capaz”.
Cada vez que quería intentar algo nuevo, esa creencia la detenía. Así pasó años evitando oportunidades, saboteando relaciones y cuestionándose si alguna vez su vida cambiaría. Hasta que un día, en una conversación con una amiga, escuchó una frase que la sacudió:
“Tú no eres tu historia. Eres quien decide qué hacer con ella.”
Ese fue el momento en que Ana entendió algo clave: su pasado no tenía por qué definir su futuro.
¿Nuestra historia nos define?
Desde pequeños, nuestra mente va construyendo una narrativa sobre quiénes somos y cómo funciona el mundo. Nos repetimos frases que escuchamos en la infancia, revivimos momentos de dolor y formamos creencias que nos condicionan sin darnos cuenta.
Pero aquí está el punto más importante: esas creencias no son verdades absolutas, sino interpretaciones que hemos hecho con el tiempo.
El problema es que muchas de esas interpretaciones están cargadas de miedo, culpa o inseguridad. Y así, sin darnos cuenta, nos convertimos en prisioneros de una historia que no hemos elegido conscientemente.
La buena noticia es que podemos reescribirla.
El Mindshift: Cuando decides ver la vida de otra manera
Ana comenzó a trabajar en su mentalidad. Se dio cuenta de que su problema no era su historia, sino la forma en que la veía.
Uno de los ejercicios que más la ayudó fue la Línea de Vida, donde anotó los momentos más importantes de su historia. Al principio, solo veía los obstáculos: el rechazo, los fracasos, los miedos. Pero luego empezó a notar otra cosa: cada una de esas experiencias también le había dado una fortaleza.
El miedo al rechazo la hizo fuerte. La soledad la enseñó a encontrarse consigo misma. Las dificultades la convirtieron en alguien resiliente.
Se dio cuenta de algo clave: su historia tenía tantas piedras como flores, y ella podía elegir en cuáles enfocarse.
Ese fue su Mindshift: dejó de verse como víctima de su pasado y empezó a reconocerse como la autora de su propia vida.
¿Cómo podemos cambiar nuestra mentalidad?
Si te identificas con Ana, aquí hay algunas preguntas que pueden ayudarte a empezar tu propio Mindshift:
1. ¿Qué historia te has estado contando sobre ti mismo/a?
2. ¿Es realmente cierta o solo una interpretación que has repetido por años?
3. Si reescribieras esa historia desde tus fortalezas, ¿cómo se vería?
El cambio no ocurre de la noche a la mañana, pero empieza con una decisión: vernos desde otra perspectiva. Porque al final, nuestra historia no es lo que nos pasó, sino lo que decidimos hacer con ella.
Ana ahora sigue trabajando en su mentalidad, pero algo cambió: sabe que ella tiene el poder de escribir su vida, en lugar de dejar que su pasado lo haga por ella.
Y tú, ¿qué historia decides contarte hoy?
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